viernes, 23 de septiembre de 2011

El día después de las pesadillas

Te despiertas y por unos momentos no te acuerdas de nada salvo que dormiste mal. Te levantas, te bañas, te peinas, tomas desayuno y comienzas las labores del día.

De pronto, sin previo aviso, alguien dice algo o quizás ves algo y lo recuerdas de golpe. Aquello que soñaste, el haber despertado angustiada en medio de la noche, sin terminar de distinguir lo onírico y lo real, el terror todavía invadiéndote, y sin embargo con un extraño alivio que crece a medida que gradualmente comprendes que solo fue un sueño, que nada era real. ¿O sí lo era?

Eso es lo que te persigue en la vigilia. La duda que te corroe. Cuánto del sueño era solo una pesadilla a la cual no debes prestarle demasiada atención, y cuánto es tu inconsciente intentando decirte algo. Qué temas siguen pendientes, a qué problemas aún no les has dado solución, que vuelven a acosarte en sueños, con esa pesadilla reiterativa que conoces tan bien y que, sin embargo, creías haber dejado atrás, como tantas otras cosas de ese equipaje de las que intentas deshacerte para hacerlo más liviano con el paso de los años y a veces sólo parece hacerse más pesado.

Hay que soltar, dejar atrás. Pero dejar atrás no es olvidar, solo seguir caminando, concentrándose en el presente, soltando las ataduras. Recordar, de vez en cuando, cuando lo amerite, pero saber que son solo recuerdos, ya no fantasmas que te persiguen ni cargas cuyo peso se acumula sobre tus hombros.

Y de pronto, el cansancio. Quizás solo porque no dormiste bien la noche anterior, o quizás por todos esos años intentando solucionar cosas, creyendo que por fin las estabas solucionando, que comenzabas a ver la luz, para que una sombra enorme aparezca en tu camino. Pero es solo eso, una sombra, una nube surcando el cielo de un día que por lo demás es mayoritariamente soleado. Pero la ves y te recuerda tantas tormentas anteriores, tormentas que preferirías olvidar. Pero dejar atrás no es olvidar. No hay que olvidar, solo seguir caminando.

Caminas, avanzas. La nube pasa, la sombra desaparece. Sabes que seguirá acechando. Que debes seguir trabajando en muchas cosas, esforzándote, tomando decisiones, generando cambios. Que hay cansancio, pero también una recompensa. Un sueño libre de pesadillas, o pesadillas que comienzan a convertirse en sueños ya no tan angustiantes, de los que no te despiertas gritando en el medio de la noche, de los que te despiertas y te das cuenta que esta vez el final fue diferente, mejor. Que el trabajo no es en vano, que ves la salida, y las nubes cada vez más lejos. Que las soltaste, las dejaste atrás, al igual que el mal sueño...



"If I look back, I'm lost" - Daenerys Targaryen, Game of Thrones.

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿Qué ven en el mundo?

Independiente de lo que digan de U2, a mí me gustan. Pueden alegar que son fomes, o sobre el activismo para la foto de Bono, sin embargo hace varios años ya a mí me cautivaron. Mi álbum favorito de ellos se llama "All that you can't leave behind". Lo que más me gustó de las canciones de este álbum fueron las letras. Las escuchaba en un período difícil de mi vida. De esos momentos en los que solo quieres darte por vencido, pero sabes que no puedes, así que te esfuerzas por seguir adelante, aunque no le veas el sentido, porque sabes que no te queda otra. Y en ese entonces, escuchaba el disco y se me llenaba los ojos de lágrimas. Sentía como si todas las canciones hubiesen sido escritas especialmente para mí, en ese momento específico de mi vida.

Hace poco me reencontré con ese álbum. Lo pillé entre un lote de CDs que tengo y se me ocurrió escucharlo. Recordaba con particular cariño canciones como "Walk On", que me alentaban a seguir adelante cuando estaba mal. Pero oyéndolo, pillé una canción de la cual inicialmente no me acordaba. Se llama "When I look at the world", y tiene una letra que me dejó pensando. Dice algo así:

"When you look at the world
What is it that you see?
People find all kinds of things
That bring them to their knees"

Me quedé pensando en qué veo cuando miro el mundo, y la vida en general. Esto me da vueltas desde hace algún tiempo. Lo cierto es que veo caos. Veo un enorme sinsentido al cual luchamos por darle algún sentido y, sin embargo, muchas veces fallamos. Hay hechos, tragedias horribles, eventos que te quitan el aliento, a los cuales simplemente no puedo darles sentido. Creo que todos, finalmente, luchamos por intentar darle sentido solo a nuestra propia vida, lo único que podemos controlar en la medida de lo posible. Intentamos darle sentido amando a alguien -no me refiero solo al amor romántico-, compartiendo con nuestros seres queridos, ayudando a alguien, haciendo algo que nos apasiona, intentando aprender y crecer o en algunos casos simplemente intentando pasarla bien, disfrutar el viaje.

Recuerdo ciertas cosas. La tragedia ocurrida hace poco, el avión que se estrelló y las vidas que se perdieron. Como falleció en un accidente la esposa de un conocido muy cercano a varios amigos míos y la profunda desolación de quienes la conocieron y amaron. La muerte de la esposa de un profesor de la universidad, que dejó a 3 hijos, uno de ellos recién nacido. Pienso en mi papá. Pienso en lo que le ocurrió a mi mamá. Pienso en la historia de una amiga, que cuando me la contó, le dije de todo corazón "lo que te pasó no debería pasarle a nadie". Pienso en el terremoto y en cómo hubo gente que lo perdió todo, no solo lo material sino también a sus seres queridos. Pienso en las terribles situaciones sobre las cuales leía en Reuters, en las noticias que me tocaba ver: guerras civiles, crisis humanitarias, hambruna, violaciones a los derechos humanos, violencia y situaciones desesperadas en países que apenas somos capaces de señalar en un mapa.

Pienso en todo esto, y no le encuentro sentido. Confirma mi hipótesis del caos. Lamentablemente ya no soy una persona religiosa y no le encuentro ese sentido de que el dolor ennoblece o que son pruebas de Dios para fortalecer nuestro espíritu. Creo realmente que el mundo es un caos, como un huracán que avanza sin un camino fijo trazado, no sabes dónde va a azotar ni cuándo puede que te golpee a ti o a alguien a quien amas. Sin embargo, creo firmemente que el sentido podemos dárselo nosotros. No podemos buscarlo en aquello que no podemos controlar, debemos darle forma mediante nuestras propias acciones. Veo gente que todavía se juega la vida por un ideal, y siento que eso es lo que están haciendo: dándole sentido al menos a sus propias vidas, y ayudándonos al resto a sentir que soñar vale la pena.

Veo a gente que lucha por aquello en lo que cree, gente con convicciones, gente que ayuda desinteresadamente, gente que sueña con cambiar el mundo y no acepta un "es imposible" por respuesta. Y la historia nos cuenta sobre muchos sueños e ideales que salieron mal y se convirtieron en lo contrario a aquello con lo cual se soñaba. La libertad se convirtió en opresión y los sueños se volvieron pesadillas. Pero de vez en cuando quiero creer que el mundo ha cambiado para mejor, y que la misma historia, vista desde otra perspectiva, también lo prueba. Ya no hay esclavitud, hay una mayor (aunque no total) igualdad de derechos, hay más democracias y menos tiranías, hay mayor acceso a la información. Y sin duda aún queda mucho por mejorar. Y eso es lo que quiero ver en el mundo, no solo el caos, sino también las posibilidades. Las infinitas posibilidades, no solo en el mundo, sino en cada una de nuestras vidas.

Y ustedes, ¿qué ven en el mundo y qué quisieran ver?

Foto tomada por mí en una marcha. Más en Flickr.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Radiografía de la Tragedia

El viernes 2 de septiembre por la tarde, una terrible tragedia golpeó a nuestro país. Una avioneta, camino al Archipiélago de Juan Fernández, se perdió. En ella viajaban 21 personas, una de ellas un conocido animador de un popular matinal de la televisión chilena, Felipe Camiroaga. Pronto se descubrió que se habría estrellado en el mar y que no habían sobrevivientes.

Varias explicaciones se han intentado dar al por qué ocurrió este horrible accidente. Hay quienes dicen que la culpa fue de los vientos o las condiciones metereológicas del momento en el que la avioneta tenía previsto aterrizar. Otros alegan que no había suficiente combustible para que la nave regresara al continente, como debió haberlo hecho al fallar en sus intentos de aterrizaje. Algunos han señalado la falta de experiencia de la piloto. Sin duda, solo una cosa es innegable, que fue una espantosa tragedia, como lo son todos los accidentes en los que hay víctimas fatales. El hombre pone su confianza ciegamente en la tecnología y en aquellos que la manejan, y sin embargo a veces falla, sorprendiéndonos a todos, poniendo fin a vidas que esperábamos que duraran mucho más, cambiando las vidas de los seres amados de las víctimas, que los sobreviven y lloran su inesperada pérdida. Todo esto es terrible, y creo que hay consenso generalizado en ello. Pero de vez en cuando salen a la luz algunas voces discordantes.

Ya he leído en las redes sociales este tipo de comentarios. Burlas a la gente que se ha sentido conmovida por la tragedia, críticas al hecho de que se le dé mayor relevancia solo por el hecho de que había figuras públicas involucradas en el accidente, etc. Y sobre esto es que quisiera ahondar y tratar un par de puntos:

- Fallece gente todos los días por causas horribles, como los niños que mueren de hambre en Africa. ¿significa esto que está mal sentirse conmovido por las personas que murieron en un avión? ¿Hace esto menos digna de asombro la tragedia actual? Mi opinión es que no. Lo cierto es que la gente debería tener más conciencia y mayor sensibilidad ante las realidades ajenas a la nuestra, en la que espantosos hechos ocurren en el día a día, y tratar de poner su granito de arena para ayudar a solucionarlas, no menos. Desde mi perspectiva, al mundo en general le hace falta un poco más de empatía hacia ciertas situaciones y no menos. Que hayan cosas terribles ocurriendo en el mundo a cada momento no debiese restarle importancia a un hecho desafortunado ocurrido que ahora vemos en nuestras pantallas, no lo hace digno de burlas ni de menosprecio. Creo que se puede pedir mayor comprensión ante otras tragedias sin restarle importancia a ésta. ¿Por qué una cosa debe ir en desmedro de la otra?

- Las personas famosas hacen que el público sienta mayor cercanía a la tragedia. Pueden criticar esto todo lo que quieran y no por eso será menos cierto. ¿Es por eso algo malo? No necesariamente. ¿Es una lata? Muy posiblemente. Claro que entiendo que a alguien le dé rabia sentir que a una tragedia se le pone atención solo porque hay alguna figura pública involucrada. Claro que entiendo que alguien pueda terminar hastiado de los homenajes y los elogios a fallecidos que no se le dan a gente anónima que muere en accidentes igual o aún más horribles. Pero es inevitable. Para mucha gente es más tangible, por decirlo de alguna manera, la muerte de un rostro al cual veían todos los días en televisión y que ahora ya no verán más, que el de un N.N. Es lógico. ¿Nosotros sentimos la misma sensibilidad por esa persona X que seguramente en este minuto está falleciendo en un accidente automovilístico en Madagascar que la que sentiríamos si nos dicen que murió nuestro músico, actor, cineasta o escritor favorito en un accidente? Seguramente no. En vez de criticar tanto el hecho de que mucha gente le dé más atención a esta tragedia por el hecho de que hay un famoso involucrado, creo que es mejor ver si se puede sacar algo bueno de eso, como poner énfasis en la seguridad aeronáutica ahora que todo el mundo está hablando del tema.

- El morbo de los medios. Ok, sobre esto no tengo nada qué explicar o "defender". El morbo vende, por lo tanto los medios lo explotan al máximo con las tragedias. ¿O me van a decir que ya se olvidaron de ciertos patéticos espectáculos televisivos transmitidos en relación al terremoto del año pasado o al rescate de los mineros? Sería maravilloso vivir en un país, o en un universo pues esto no es algo exclusivo de Chile, donde los temas sensibles se tratan con el respeto que se merecen siempre, pero lamentablemente parece que el respeto no aumenta el rating. Creo que lo mejor que se puede hacer en estos casos es cambiar el canal cuando se ve que el tema se está manoseando y manipulando de una manera irrespetuosa y morbosa. Y si no tienen cable, apaguen la TV y lean un libro o jueguen con sus hijos (si los tienen), seguramente será mucho más gratificante que ver televisión de todos modos.


Como sea, fue una horrible tragedia que esperamos que no se repita. Y si, con ella, se puso a pensar en la fragilidad de la vida y los horribles sucesos que ocurren a diario en distintas partes del mundo, aproveche y haga una buena acción, done algo de plata a la Cruz Roja o a UNICEF, vea si le tinca participar en algo de trabajo social y no se haga el leso solo criticando a los demás sin hacer nada. A todos nos hace bien ayudar un poco al prójimo de vez en cuando.