viernes, 26 de agosto de 2011

El Conflicto Estudiantil

Hay algo en lo que casi todos los chilenos, independiente de cuál sea nuestra tendencia política, creo que podemos estar de acuerdo: las cosas no andan bien en la educación. Y es así desde hace tiempo. Y algunos erróneamente creen que al mencionar esto, se trata solo de universidades, sin embargo el tema parte desde salas cuna hacia arriba.

Dependiendo de a quién le pregunten, serán distintas las cosas que señalarán que ellos creen que están mal o el por qué esas cosas no andan como deberían. Pero dudo que se pueda hallar a mucha gente que realmente crea que todo anda perfecto en materia educacional en el país.

Pueden estar en desacuerdo con las manifestaciones, o con la forma de manifestarse. Pueden sentir que el malestar está politizado, o incluso creer que los estudiantes están en paro porque son flojos y por eso prefieren estar sin estudiar. No importa. No conozco a muchas personas capaces de mirarme a la cara y decirme que todo está bien con la educación chilena, que todos pueden acceder a una educación de calidad si lo desean, que todo el mundo goza de la educación que se merece o que quisiera tener. Es que en muchos niveles distintos, desde la gente a la que oímos pronunciar mal algunas palabras en la calle -no por moda ni por modismos sino porque no tuvieron una educación que les haya permitido saber cómo se dicen bien ciertas cosas- hasta esa persona que entró a la universidad y debió retirarse por problemas económicos, vemos o sufrimos las desigualdades de la educación en el país.

Foto tomada por Carlos

Quizás el fin al lucro no solucione -al menos no por completo- el problema. Quizás una educación gratuita no sea la respuesta. Pero de que queremos un mayor acceso a una educación de calidad (ojo, desde el colegio, nuevamente no me refiero solo a la universidad), lo queremos.

Y esto se viene desde hace tiempo. Quizás las redes sociales han ayudado a extender más el movimiento, de maneras que antes no se podía, o se han ido sumando los malestares por otros temas nacionales, que han desembocado en esta gran sensación de que las cosas no están bien, así en general. Quizás las protestas de años anteriores -en las que yo misma participé- como en 2005 (principalmente universiataria y que pocos recuerdan) o el 2006 (principalmente secundaria y conocida como "Revolución Pingüina") eran una señal de lo que se venía. El malestar aumenta y se acumula al sentir que los políticos -del lado que sean- no dan respuesta a las demandas. Y la respuesta ni siquiera tiene que ser "sí" a todo lo que se exige, pero por último una explicación satisfactoria, un plan a más largo plazo, que, como Bárbara dijo, no nos hagan sentir como que están insultando nuestra inteligencia.

Por eso apoyo a los estudiantes. Porque algo está mal. Y la verdad, es que si queremos buscar culpables, como dice una película que me gusta mucho, solo tenemos que vernos al espejo. Por no haber exigido mejores políticos mostrando nuestro rechazo en las urnas por la decadencia de la política actual. Por no haber protestado más antes. Por siempre dejar que nos pasen a llevar sin reclamar, o sin reclamarle a quienes deberíamos reclamarles. Porque es tiempo de hacernos responsables por nuestros males y de actuar para cambiarlos. Es tiempo de reconocer que si las cosas están mal, es porque nosotros lo hemos permitido. Porque es tiempo de no permitirlo más.



"...but again truth be told, if you're looking for the guilty, you need only look into a mirror" - V for Vendetta.



PS: Mi visión sobre qué debería cambiar en la educación y los problemas que genera en la sociedad tener un acceso tan segregado a una educación de calidad, los dejo para otra entrada, quedaría muy larga ésta si los incluyera.


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